Los Hermanos Cubero (Guadalajara) dan una nueva dimensión al folk en castellano al mezclar el folklore alcarreño con el bluegrass genuinamente americano, algo que posiblemente sólo estaba en su cabeza. El resultado es tan atractivo como sorprendente.
Los hermanos Quique y Roberto fusionan con maestría sus influencias y les dan forma a través de sus dos voces, una guitarra y una mandolina. Y tienen muy claro que no necesitan más en lo que se refiere al apartado musical. El broche de oro lo ponen sus letras, punzantes y cargadas de mensaje, camufladas con mucho arte mediante una sátira que adoptaron del cancionero tradicional de este país y en concreto de La Alcarria, su tierra a la a que recurren frecuentemente a modo de musa. No en vano, en 2014 vio la luz La muerte en la Alcarria, un western documental con los Hermanos Cubero como protagonistas en búsqueda de la inspiración a través de un viaje por su tierra natal, la Alcarria, escrito y dirigido por Fernando Pomares.
Poco después de cumplirse cinco años desde su debut editorial con Cordaineros de la Alcarria (Autoeditado, 2010), sacaron al mercado Arte y Orgullo (El Segell, 2016), disco que los consagró entre las masas, recibió halagos de la crítica y les llevó a recorrer parte de la geografía española. Con sólo una guitarra y una mandolina han conseguido tocar en importantes escenarios como los festivales de folk de Pirineos Sur, Segovia o Fira Mediterránea de Manresa, además de festivales independientes como el Sonorama, Monkey Week, BAM de Barcelona o el Primavera Sound.
Actualmente se encuentran inmersos en la presentación de su último álbum, Quique dibuja la tristeza (El Segell, 2018), un disco que acepta todos esos días sin sol y todos esos días con sol demasiado impertinente. Al igual que Sufjan Stevens con Carrie & Lowell, Nick Cave con Skeleton Tree, Mount Eerie con A Crow Looked at Me y hasta Charlotte Gainsbourg con Rest, esta es una música inspirada y dedicada a una persona que ya no la podrá escuchar.
Actualmente se encuentran inmersos en la presentación de su último álbum, Quique dibuja la tristeza (El Segell, 2018), un disco que acepta todos esos días sin sol y todos esos días con sol demasiado impertinente. Al igual que Sufjan Stevens con Carrie & Lowell, Nick Cave con Skeleton Tree, Mount Eerie con A Crow Looked at Me y hasta Charlotte Gainsbourg con Rest, esta es una música inspirada y dedicada a una persona que ya no la podrá escuchar.
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