Núria Graham (Barcelona) apareció en la escena con sólo dieciséis años. Su fusión entre talento, virtuosismo y desenvoltura fue una suculenta carta de presentación con la que generó grandes expectativas. Y no solo las superó sino que dejó boquiabierto a todo el mundo musical con la publicación de Bird Eyes (El Segell, 2014), demostrando que hasta entonces solo habían visto la punta del iceberg. Durante su meteórica carrera ha abierto conciertos para artistas como St. Vincent o Unknown Mortal Orchestra y su crecimiento se sigue con lupa desde los puntos de Europa en los que ha actuado. Voz hipnótica, creatividad desbordante, talento con la guitarra, facilidad emotiva… Graham encauzó todas estas facultades en el álbum Bird Eyes y las desbordó en In the Cave (El Segell, 2016), un EP de cuatro canciones con el que encaró su segunda etapa creativa: más garra, más psicodelia, más talento. Ahora presenta Does It Ring a Bell? (El Segell, 2017), un disco cargado de intenciones que la consagra como artista con tan solo 21 años. Un trabajo sosegado y riquísimo en matices que combina la frescura del punto de vista de alguien que acaba de estrenar su veintena con la serenidad de quien ya ha sacado todo lo que le urgía en discos previos.
La nocturnidad como hábitat ambiental, la guitarra conjugada a través de mil efectos sutiles y naturales, su voz, fina y sensual, y un carácter melódico creativo y a prueba de bombas son sus principales características y en su nuevo álbum les saca aún más partido.
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