¿Qué tienen en común Prince, Michael Jackson, David Bowie, George Michael o Stevie Wonder? Un músico que los adora y bebe de ellos para entregarnos una mezcla explosiva de funk y pop rock con una puesta en escena que no deja indiferente. Jett Rebel, creador de un universo pop deslumbrante y mágico, es una esas raras especies capaces de recrear toda clase de estilos de forma admirable y llevarlos en el directo a su terreno.
Considerado por muchos como un Prince europeo y actual, genio precoz y artista desmesurado, sus primeras grabaciones nacieron en un pequeño estudio casero. Ahí surgieron el EP Sundown y la opereta rock Red Coat, en los que ya mostraba su querencia por los sonidos beat y el power pop, las baladas rompecorazones y las canciones con regusto vocal al estilo de Jellyfish, banda de culto de la escena de San Francisco de los años 90. Con estas grabaciones se convirtió en un ídolo y primera figura de 3FM en Holanda, equivalente a la española Radio3. Sus directos eran un espectáculo, haciendo gala de su virtuosismo con hasta quince instrumentos, algo que no pasó desapercibido para el público ni para la crítica.
Tras varios trabajos de estudio, su paso por infinidad de festivales y varios tours, en 2016 vió la luz Truck. Veintisiete canciones que conforman la primera parte de una trilogía que completan Don't Die On Me Now (2016) y Superpop (2017) y que los amantes del lo-fi pop encontrarán excelente gracias a temas como "It´s Cruel", "Now I Know", "Dream Girl" o "Nothings Gonna Change".
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