A finales de los ochenta y principios de los noventa The Gories fue una de las referencias del sello neoyorkino Crypt Records, fundado por Tim Warren en 1983, especializado en rockabilly, exótica, garage punk, rhtythm & blues y soul music. Junto a Jon Spencer Blues Explosion o New Bomb Turks convirtieron el clásico garage rock de los sesenta en algo más sucio y provocador, añadiendo un matiz amenazante de punk y blues.
The Gories conmocionó la escena. Jack White los definió como "la mejor banda de garage en America desde 1960" y afirmó que "hicieron que la gente con Les Pauls y amplis Marshall parecieran idiotas”. Mick Collins, Danny Kroha y Peggy O’Neil empezaron su andadura en Detroit -una de las ciudades con escena musical más activa de Estados Unidos y donde casi todas las bandas citan a The Gories como referente- en el año 1986 aunando proto-punk, garaje y blues. Una verdadera celebración de los estilos que les gustaban. Fueron capaces de utilizar en su favor su inexperiencia y la magia de sus letras, y desde entonces han sacado himno tras himno. Sonidos chirriantes y saturados en la batería de O’Neill junto a la combinación técnica y ensayada de guitarras desordenadas y limpias de Collins y Kroha hicieron innecesaria la incorporación de un bajista.
Ahora vuelven a coger el mando de sus dos viejas Fenders y su básica batería para demostrarnos a los que estamos al otro lado del charco que siguen siendo un referente mundial. Una banda imprescindible a la que siempre hay que descubrir y es referente de los mejores.
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